No heredamos la Tierra de nuestros ancestros, la tomamos prestada de nuestros hijos.
– Proverbio nativo americano
Juntos hemos explorado el secreto de cómo los ciclos económicos se expanden y se contraen, la forma en la que canibalizamos la naturaleza, y cómo, sociedades enteras ascienden y caen. Es, como todo buen secreto, uno muy antiguo; que se ha mantenido en el umbral de muchas revoluciones, que ha sido respaldado por grandes pensadores de toda la historia. Aunque parece casi olvidado hoy en día, su poder perdura: La verdad es la verdad, incluso cuando es negada, ignorada, o despreciada.
Me pasé muchos años buscando las causas ocultas de nuestros problemas económicos y ecológicos y luego pasé varios años más, investigando y escribiendo este libro. Contiene sabiduría que creo que es fundamental para la supervivencia de la raza humana, así como fundacional de nuestras esperanzas y sueños de dejar detrás nuestro un mundo mejor para nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos.
Durante mi infancia ciertas preguntas me inquietaban: ¿Por qué la mayoría de la gente tiene tan poco, cuando unos pocos tienen tanto? ¿Y por qué las personas que tienen mucho no comparten más libremente con los necesitados? Estas preguntas me preocuparon
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a un nivel u otro a lo largo de mi vida siendo pequeño, fue por eso que una de mis aspiraciones de la niñez era convertirme en alguien que compartiese sus posesiones con aquellos que lo necesitaban. Como adulto me di cuenta, sin embargo, de que mi aspiración juvenil ni podía ayudar a aliviar la pobreza por sí sola, ni aliviaría el dolor de la separación que sentía en mi interior. Así que en lugar de eso me apunté a cumplir el propósito más profundo de mi sueño de la infancia, desarrollando al mismo tiempo mis propios esfuerzos de sensibilización y buscan proyectos que pudiesen de alguna manera ayudar a crear un mundo más hermoso. (86)
Después de graduarme en la universidad, me convertí en un empresario para ver cómo la sociedad se podía mejorar a través de la empresa social. En el proceso, comencé a prestar mucha atención a las dinámicas económicas que ayudaban e influenciaban los resultados de mis empresas. Por ejemplo, una vez cogestionaba una centro comunitario y de salud, así que la ubicación era crucial para nuestro éxito; el arrendador, sin embargo, ordenaba el cobro de una parte sustancial de nuestros ingresos mensuales simplemente porque él tenía el monopolio de nuestro lugar en particular, a pesar del hecho de que ya estábamos pagando impuestos sobre los ingresos, las nóminas y las ventas. Estábamos dispuestos a pagar por los beneficios de una buena ubicación, pero no dos veces. Y dado que mudarnos a otro lugar habría traído consigo la pérdida de la ventaja de ubicación, aprendí de primera mano en qué medida los propietarios son capaces de extraer rentas no ganadas con las contribuciones de terceras personas a la sociedad.
Con los años se me ocurrió que la estructura económica por sí misma influye en los seres humanos de maneras mucho más poderosas
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que lo que podría hacerlo cualquier aventura empresarial solitaria emprendida. Empecé a preguntarme si el estado de la economía podría ser responsable de los destinos de naciones enteras. Fué una revelación profunda: Si la estructura fundacional de nuestra economía fuese alterada para satisfacer mejor las necesidades sociales, tal vez podría llegar un momento en que habría poca necesidad de empresa social o de trabajo sin fines de lucro. La economía por sí sola podría convertirse en una gran empresa para el bien social.
Mi siguiente reto consistía en averiguar qué es exactamente lo que necesitaba ser cambiado, por qué y cómo en nuestra economía. Decidí no estudiar formalmente la economía dominante ya que intuí que sus defensores no habían descubierto aún una solución amplia y resistente al paso del tiempo para la pobreza y la desigualdad de la riqueza, o no tenían las agallas para abogar públicamente por una posición que podría ser políticamente controvertida.
Me puse a descubrir por mí mismo lo que realmente necesita ser llevado a cabo con el fin de eliminar la pobreza y crear un mundo más próspero para todos.
Y así comenzó un período de varios años en los que investigué diversos aspectos de la economía. Pero mi búsqueda no proporcionaba ninguna respuesta concluyente hasta que me encontré con la Ley de la Renta. De inmediato comprendí la esencia de este principio y me di cuenta de que la privatización del valorde la tierra se describe en términos básicos cómo los individuos y las instituciones se benefician de la tierra a costa de los demás. Para aprender más acerca de este principio económico, tuve que juntar piezas de mi educación de diversas fuentes; Yo no podía encontrar un solo libro de texto que explicase todo el tema
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de manera integral y simple que pudiese entender. Y así, con el tiempo, me di cuenta de que el trabajo de explicar este tema, de una manera que alguien como yo pudiese entender, recaería en mí.
Escribí Tierra tanto con la intención de comprender y también ofrecer al mundo una solución económica que pudiese calmar sus muchos males. Sin embargo, cuanto más tiempo estudiaba este tema, más profundamente llegaba a sentir la omnipresencia de nuestra ignorancia colectiva. A nivel humano, sigo siendo parte de un historia colectiva que parece empeñada en perpetuar la ilusión de la separación y la desunión; mi corazón sigue estando profundamente afectado cuando veo el sufrimiento desolador de la gente sin hogar o cuando soy testigo en la vida diaria de la lucha financiera por sobrevivir. Parecía apropiado responder con compasión al sufrimiento que estamos causándonos entre nosotros y hacer mi pequeña parte por ayudarnos a concebir y crear nuevos sistemas económicos y sociales. En consecuencia, me embarqué en el desarrollo del concepto de Unitism: una alternativa sostenible a nuestra forma actual de capitalismo. Estoy invitando a los interesados a unirse a mí en este esfuerzo visitando la Página web de Unitism en http://unitism.com.
Tal vez este libro le abrirá a nuevas ideas sobre cómo pensar y actuar para lograr una nueva humanidad donde todos prosperarán. Es mi regalo para el mundo. Si le gusta este trabajo, por favor considere compartir su apreciación con otros de una manera que sea significativa para usted.
Mi propósito al escribir este libro se ha hecho realidad y el material ha encontrado su camino a sus manos: Tómelo a partir
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de aquí y corra con el. Le deseo lo mejor, mi querido compañero de viaje en este hermoso planeta Tierra.
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